viernes, 2 de noviembre de 2018

Y nuestros abuelos aparte de consentirnos también se dedican hacer unos poemas como los siguientes:

Cuyo es aquel niño
Que en el huerto llora
El dueño de las almas
El rey de la Gloria

Bien pudiste niño nacer
Con grandeza
Y no entre estas pocas
Con tanta pobreza

Un pesado leño
No lo podemos alzar
Que son mis pecados
Que en el leño vá

Agudas espinas
Fuiste traspasadas
Por nuestros pecados
El mirando al cielo

Con un hierro agudo
Abren el costado
Sale sangre y agua
Para bautizarnos

No hay más que decir
No hay más que dudar
Que es la casa santa
Que es en el altar.

AUTOR: Arminda Rabelo
APOTADO POR: Fabiana Rincon

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